Estos días se envuelven de una magia especial, de un halo de sensibilidad, humildad, solidaridad, cariño, sentimientos... que tanto se echan de menos durante el resto del año. Pero no conviene despreciarlo ni infravalorarlo, sino relanzarlo con entusiasmo. La ilusión es una llama encendida, que no debemos dejar, entre todos, que se apague. Mantener vivo el espíritu jovial, es el mensaje reflexivo que debemos enviar, porque su contagio hará que quien lo reciba se sienta feliz, y a su vez, lo enviará a más personas que serán felices al comprobar que nos tenemos en nuestro corazón, en nuestros sentimientos. Conseguiremos, por unos días, un mundo más feliz, y eso es precioso. Ojalá pudiera mantenerse siempre igual de feliz. Pongamos los medios.
Es un orgullo vivir para disfrutar. Disfrutemos de nuestros amigos, de nuestra familia, de nuestro espacio, de nuestra vida... todo el tiempo, y mientras podamos. Espero que paseis una noche entrañable, especial porque así lo es cada año, regocijando un encuentro buscado y deseado, porque sin él, los años, la vida... no serían lo mismo.
Y en estas circunstancias de que nada sería igual, la prudencia y el respeto deben ser valores sólidos que forjen nuestro futuro, porque indudablemente, siempre es agradable abrazar, sentir, compartir... pero también lo es regresar, volver, encontrarse, como paso previo a lo anterior.
Nuestro esfuerzo en mantener una responsabilidad vial en los desplazamientos que realicemos, en carreteras, pueblos y ciudades, nos ayudarán a disfrutar de estas Navidades, en paz y armonía, con nuestra conciencia tranquila, a sabiendas de que estamos contribuyendo a la creación de un panorama social mejorado en el que el propósito de reducir la accidentalidad sea un pensamiento siempre presente, para seguir viviendo nosotros, y no impedir que sigan viviendo los demás.
Así, el próximo año, tendremos otra Navidad, otro reencuentro, otro momento especial, la renovación de una magia incandescente que trascienda de lo cotidiano, y la sensación de vivir con alegría unos momentos inigualables. Ese será, sin duda alguna, el mejor regalo que nos podamos hacer recíprocamente.
Por favor, prudencia en las vías, cuidemos nuestras vidas, disfrutemos de la familia y seres queridos, no solo en estas fechas, sino siempre.
Gracias por seguir el blog.
Con mis mejores deseos... ¡FELIZ NAVIDAD, Y FELIZ 2010 A TODOS!.
Es un orgullo vivir para disfrutar. Disfrutemos de nuestros amigos, de nuestra familia, de nuestro espacio, de nuestra vida... todo el tiempo, y mientras podamos. Espero que paseis una noche entrañable, especial porque así lo es cada año, regocijando un encuentro buscado y deseado, porque sin él, los años, la vida... no serían lo mismo.
Y en estas circunstancias de que nada sería igual, la prudencia y el respeto deben ser valores sólidos que forjen nuestro futuro, porque indudablemente, siempre es agradable abrazar, sentir, compartir... pero también lo es regresar, volver, encontrarse, como paso previo a lo anterior.
Nuestro esfuerzo en mantener una responsabilidad vial en los desplazamientos que realicemos, en carreteras, pueblos y ciudades, nos ayudarán a disfrutar de estas Navidades, en paz y armonía, con nuestra conciencia tranquila, a sabiendas de que estamos contribuyendo a la creación de un panorama social mejorado en el que el propósito de reducir la accidentalidad sea un pensamiento siempre presente, para seguir viviendo nosotros, y no impedir que sigan viviendo los demás.
Así, el próximo año, tendremos otra Navidad, otro reencuentro, otro momento especial, la renovación de una magia incandescente que trascienda de lo cotidiano, y la sensación de vivir con alegría unos momentos inigualables. Ese será, sin duda alguna, el mejor regalo que nos podamos hacer recíprocamente.
Por favor, prudencia en las vías, cuidemos nuestras vidas, disfrutemos de la familia y seres queridos, no solo en estas fechas, sino siempre.
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Con mis mejores deseos... ¡FELIZ NAVIDAD, Y FELIZ 2010 A TODOS!.
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