Suele ser habitual en la circulación de vehículos por los distintos tipos de vías, que aquellas que diponen de pasos de peatones, reciben un trato indebido que restringe y elimina la funcionalidad y el uso al que están destinados.


En vías de doble sentido, o de sentido único con más de un carril, sobre todo en accesos a rotondas o en zonas de tráfico denso, con señalización semafórica, o vertical, es habitual observar cómo los vehículos se sitúan encima de los pasos de peatones, impidiendo de forma normal que los utilicen como corresponde. Ante cualquier circunstancia de tráfico, o por muchas prisas que se lleven, EL PASO DE PEATONES SIEMPRE DEBE QUEDAR LIBRE. Y esto es una labor conjunta en la que las autoridades deben señalizar correctamente, y los conductores respetar. Por otra parte, conviene reseñar que las líneas de detención en los pasos de peatones, tienen la finalidad de separar físicamente los vehículos de los peatones, y por ello, hay que detenerse ante ellas en condiciones favorables para el peatón, sin invadir el paso. Si no existiera dicha línea, hay que detenerse antes del paso sin ocupar parte de él.
El tránsito de los peatones por las vías, supone una dificultad para quienes se desplazan en términos de normalidad física, pero se multiplican potencialmente para las personas de movilidad reducida. Hay que prestarles especial atención, por la peligrosidad en el cruce de vías. Otro de los factores que afectan directamente al incumplimiento, es la velocidad inadecuada, muy superior a la permitida, y al aproximarnos y tener que frenar bruscamente, necesitamos mucho espacio para detener el vehículo en condiciones de seguridad adecuadas, y se corre el riesgo de atropello de los peatones.
También resulta verdaderamente importante hacer mención especial a los conductores de bicicletas y ciclomotores. El paso de peatones tiene una misión fundamental, que es facilitar el paso a los peatones, estando reservado su uso, concretamente a los peatones, es decir, que cualquier otro elemento no considerado como peatón, no debe utilizarlo. En otro artículo de este blog, ya se trató el tema del peatón específicamente (ir al artículo).
De este modo, hay que hacer una advertencia de que cuando alguien conduce un vehículo, es conductor, NO PEATÓN. No se puede cruzar un paso de peatones circulando con bicicleta, ni con ciclomotor, ni otros vehículos, porque el sitio adecuado para ellos, es la calzada. También es cierto que estos comportamientos inadecuados, se enlazan también con circular con dichos vehículos por la acera, que es la parte de la vía que se reserva a los peatones para su tránsito seguro. Si recordamos que una persona que circula a pie por una vía, es un peatón, si además empuja una bicicleta o ciclomotor, sin conducirlo, también es peatón. De este modo, sí sería factible que se cruzara el paso de peatones. En las imágenes, vemos dos ejemplos: quien cruza conduciendo la bicicleta lo hace mal, y quien la empuja, lo hace bien.


Como última reseña, citar que la legislación vigente penaliza como infracción estacionar encima de los pasos de peatones, por eliminar el espacio destinado para ellos, invadiéndolo, y no permitiendo su paso adecuadamente. Es una infracción grave, tipificada en el Reglamento General de Circulación, artículo 94.2.2A, con una sanción de 200€.

Para finalizar, también es importante que en todos aquellos casos en los que nos aproximamos a pasos de peatones, en los que sus accesos están un poco ocultos, tanto por paisaje, como por estacionamientos de vehículos, debemos extremar las precauciones. La debilidad del peatón ante cualquier vehículo, merece la consideración especial por la vida, porque todos somos también peatones, y cuando utilizamos los pasos, queremos que se nos respete. Por ello, cuando seamos conductores, hemos de ponernos en situación, porque si lo hacemos mal, nos estamos haciendo daño a nosotros mismos.