14 de mayo de 2008

EL REPOSACABEZAS

A pesar de que suele pasar desapercibido, el reposacabezas es un dispositivo de seguridad pasiva cuya función es minimizar los daños de la cabeza en caso de accidente de tráfico. No es un elemento de decoración, ni para comodidad de descanso de la cabeza en los desplazamientos.

Cuando se produce un accidente de tráfico, otros elementos de seguridad como el cinturón, hacen su función adecuadamente, y somos conscientes de ello cuando nos lo colocamos. Pero un elemento tan débil del cuerpo como es la cabeza, tiene una desprotección ante los comportamientos inesperados producidos por las fuerzas resultantes de los choques, y de la inercia. Por tanto, la cabeza se convierte en zona muy vulnerable, porque si no existiera ningún elemento que pudiera sujetarla detrás de ella, sufriría un movimiento brusco en las vértebras cervicales sobre el respaldo del asiento, que provocaría unas lesiones posiblemente irreversibles y fatales.

Teniendo en cuenta esta circunstancia, se incorpora con carácter obligatorio el reposacabezas, cuya función es proteger la cabeza para no recibir lesiones, en caso de accidente, o que estas sean las mínimas. Si está bien colocado, en el momento del accidente el mecanismo interior del asiento es empujado por el cuerpo, y el reposacabezas se inclina hacia delante, protegiendo la cabeza, el cuello, y la nuca.

El reposacabezas es un elemento de seguridad prácticamente olvidado, del que poca gente hace un uso correcto, y del que casi nadie tiene conocimiento de que sea lo que es, un elemento de seguridad. Podríamos citar que en torno al 70% de usuarios de automóviles no lo regula correctamente nunca. Aunque a priori nos resulte inapreciable la finalidad que tiene en materia de seguridad vial, es importantísimo saber que es precisamente eso, un dispositivo de seguridad, y no de confort.
Hay que regularlo para cada persona, en función de su estatura, bajo una acción simple que lo ajuste adecuadamente. Los conductores deben informar a los usuarios de cómo regularlo, o hacerlo ellos directamente. Es una operación que debe memorizarse y poner en práctica, igual que se regulan los espejos retrovisores cada vez que cambiamos de conductor, o vehículo.

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Para un correcto reglaje, hay que seguir varios pasos:

1.- Colocar recto el respaldo del asiento.

2.- Posteriormente se ajustará su altura. La parte superior del reposacabezas debe coincidir, más o menos, con la parte superior de la cabeza (ver imagen anterior), quedando en un mismo plano la línea de los ojos (eje de gravedad de la cabeza), con el centro del reposacabezas (dependerá también de los modelos).

3.- Después, comprobar que la separación entre la cabeza y el reposacabezas, está aproximadamente entre 4 y 7 cm (cuanto más cerca mejor).Llevar el respaldo del asiento muy inclinado hacia atrás, y conducir a una separación del reposacabezas mayor a 7 cm, son los errores más comunes, y los que en caso de accidente, mayor número de lesiones cervicales produce. La lesión más conocida, es el latigazo cervical (imagen), que se produce por el movimiento súbito de la cabeza hacia atrás, y que propicia el esguince cervical, u otras lesiones más importantes y graves. Esta lesión puede producirse en velocidades a partir de 10 km/h. (VER VIDEO ILUSTRATIVO).

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